El 8 de septiembre de 2000 al ancho de Cabo Altano, comunidad de Portoscuso, se encalla el barco carbonífero ruso Eurobulker IV en el "Seco Grande", regularmente señalado por boyas, uno de los que aparentemente no funcionaba aquella tarde.
El comandante del barco admite de haber afrontado la entrada en puerto (Portovesme) sin el auxilio de los papeles náuticos, porque no los tenia.
Afortunadamente no se registran ni muertos ni heridos, como fue desaforadamente el caso por el hundimiento del barco Fusina - otro hecho qué recondujo a la crónica el tema de estos barcos viejos que atraviesan de Norte a sur y de sur a Norte el Canal de San Pietro, creando estragos indecentes, pasados siempre inobservados, pero surgen en nuestras
costas.
El Eurobulker IV transporta en sus bodegas
17.000 toneladas de carbón destinadas a la central eléctrico Enel de Portovesme.
Enseguida se derraman en el mar 50 toneladas de gasóleo, utilizadas por la propulsión del barco mismo,
que lo vierte rapidamente sobre las costas del Canal de San Pietro.
Muy lentamente disparan las operaciones de circunscripción y recuperación del
aceite combustible y el carbón, a menudo interrumpidas por las adversas condiciones
meteorológicas y de los clásicos problemas burocráticos.
La tarde del 2 de octubre de 2000 los trabajos alrededor del barco son suspendidos para las malas condiciones
meteorológicas.
La noche del 3 de octubre de 2000 el Eurobulker IV hunde,
arrastrando consigo 14.000 de las 17.000 toneladas de carbón.
Del día de la encalladura son pasados 25 días,
durante los que han sido recobradas sólo
¡3.000 toneladas de carbón!
Después de este enésimo triste hecho de crónica, que ha puesto en peligro y a dura prueba el entero ecosistema de los fondos y las costas del Canal de San Pietro,
Giancarlo Canavera ha constituido un comité dando vida a la
by Exil
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